Hace poco leí el artículo Mujeres y hombres: ¿qué desafíos “urgentes” elegimos? de Mercedes Wullich, en el cual se hacía referencia a una pregunta que se les hacía a los hombres, destacados directivos, con respecto a su balance vital – ¿Qué hubieran hecho de otra manera, a qué le hubieran dedicado más tiempo…? – invariablemente la respuesta es: “A los afectos, a la familia, a las cosas que quería hacer y abandoné en el camino”.
Las diversas celebraciones de los días “de…padre, madre, etc.” sabemos que son frutos de la publicidad y el marketing que, a fin de cuentas, no buscan otra cosa más que crear necesidades para que los consumidores gastemos un poquito más. No obstante, muchas veces, esos días especiales como el día del padre, nos sirven como recordatorio para felicitar a ese alguien especial al que tanto queremos y se lo decimos menos veces de las que nos gustaría.
Como ya hice en su día para el día de la madre en el post “Madre hay una sola” 6 claves para reducir tu sentimiento de culpa, ahora que ha llegado el Día del Padre, creo que es un momento ideal para reflexionar sobre lo bonito que es y los desafíos que tiene ser padre.
Ya sabéis que yo hablo de emociones, decisiones y creencias, y el ser padre también tiene las suyas. No se trata solo de proveer y proteger, sino que también de guiar y enseñar, de reír y aprender.
En el corazón de todo esto, se encuentra el liderazgo emocional, ese superpoder a veces olvidado que puede hacer toda la diferencia.
¿Qué es el liderazgo emocional en la paternidad?
Imagina por un momento que ser padre es como ser el capitán de un barco. Este barco, lleno de esperanzas, sueños, y a veces un poco de caos, navega por el vasto mar de la vida. El liderazgo emocional es la brújula que te guía, ayudándote a manejar las tormentas, disfrutar de los días soleados y enseñar a tus pequeños marineros el arte de la navegación.
Navegando por Emociones Tormentosas
Cada padre sabe que el mar de la paternidad a veces se agita. Aquí es donde la gestión emocional entra en juego. Se trata de reconocer tus propias olas emocionales antes de que te empapen (o empapen a tus hijos).
¿El truco? Respira profundo, identifiquemos qué es lo que sientes, sin miedo, con aceptación, mostrando toda tu vulnerabilidad, los hijos necesitan saber y ver que su padre también siente, tiene miedo, se asusta y que a veces está bien pedir un salvavidas. Todos necesitamos ayuda en algún momento. No nos enseñan a ser padres.
Cuáles son tus herramientas, te las cuento ahora:
El poder de la palabra
La comunicación es tu ancla. Escuchar activamente no solo muestra a tus hijos que valoras sus pensamientos y sentimientos, sino que también sienta las bases para conversaciones significativas. Y cuando llega el momento de establecer límites, hazlo con firmeza y mucho amor, no son excluyentes. Un «no» dicho con comprensión puede construir puentes, no muros.
Dejar huella en la arena
La autoaceptación y el crecimiento personal son tesoros que todo padre debería compartir con sus hijos. Demuéstrales cómo caminar por la playa de la vida dejando huellas de confianza y autoestima. Enséñales que cada tropiezo es una oportunidad para aprender, y que sus sueños son tesoros que vale la pena buscar.
El tesoro del legado emocional
Más allá de cualquier herencia material, el legado emocional que dejarás a tus hijos es el verdadero tesoro. De las personas lo que recordamos es su actitud, su forma de ser. Se trata de las lecciones de vida, los momentos compartidos, y el amor incondicional. Este Día del Padre, piensa cuál es el tipo de legado que quieres construir y cómo cada pequeño momento junto a tus hijos contribuye a esa riqueza emocional.
«La gente olvidará lo que dijiste, lo que hiciste, pero nunca olvidará cómo la hiciste sentir.»
Maya Angelou
Conclusión: Navegar juntos
Son tiempos de cambios, tiempos difíciles, antes lo ha sido, cada generación tiene lo suyo, tú estás aquí y ahora, y en estos momentos ser padre es una de las aventuras más desafiantes y gratificantes de la vida.
Cuando haces parte de ti el liderazgo emocional, el impacto es brutal, en ti mismo y, por supuesto, en tu entorno, no solo te conviertes en mejor padre, sino en verdaderos líderes del corazón.
Este Día del Padre, te invito a que lo celebres no solo con regalos materiales, sino también con el compromiso de seguir creciendo emocionalmente, por ti y por tus hijos.
Feliz día del Padre
Te invito a reflexionar sobre tu viaje emocional como padre. Comparte tus historias, tus desafíos y tus triunfos. Recuerda, en el mar de la paternidad, todos estamos aprendiendo a navegar juntos.